Lo que somos y proponemos desde el Colectivo.
Somos un grupo de estudiantes de
diferentes carreras de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de
Chile, que frente a las injusticias del sistema, la farsa de la política
aburguesada chilena, y la distorsión de la realidad en los medios de
comunicación, nos hemos visto en la necesidad de aunar claridades políticas, debatiendo
el sentido de nuestras carreras, la contingencia nacional en un trabajo
colectivo con el fin de ser un aporte en la discusión de nuestro espacio
cotidiano.
Comenzamos como un grupo de
trabajo que asociaba a dos colectivos políticos y a un grupo de
“independientes”, aunque sabemos que esa posición nunca es tan real: todos
tomamos partido por un bando en algún momento. Por eso esta “Plataforma de
trabajo” de a poco fue tomando ribetes más políticos, alcanzando una mayor claridad
metodológica, levantando trabajos en las carreras, forjando principios de
participación inclusiva y organización permanente, así nos fuimos nutriendo de
nuevos y más elementos, como estrategia, planificación, y la importantísima formación
en la militancia política.
La sociedad que queremos es ante todo una sociedad sin explotación,
sin clases sociales, una sociedad de hombres y mujeres libres que sean dueños
de lo que producen, donde el dinero no determine las relaciones sociales y
donde todos puedan realizarse, en síntesis, una sociedad igualitaria. Sabemos
que la construcción de esta sociedad no es una tarea simple. La realidad es
adversa, la explotación y las injusticias es el pan diario del pueblo,
sobre nosotros se engrandecen los
privilegios de una clase dominante, que se lleva los beneficios de la
producción de toda una sociedad y que ha levantado a lo largo de la historia
diversos mecanismos para mantenerse en su posición. Por eso es que estar en pos
de una sociedad igualitaria significa estar en contra del capitalismo y sus
valores: la competencia, el individualismo, la codicia, etc. Y para ello es
necesario que las condiciones no estén naturalizadas: ¡debemos romper con la
idea de que el mundo como lo conocemos siempre ha sido así! Y más aún,
necesitamos nosotros mismos, los que compartimos la necesidad de transformar de
raíz esta sociedad, empoderar al pueblo de sus vidas, de nuestras vidas, porque
sólo nosotros siendo independientes de
la institucionalidad existente y empoderándonos de nuestras vidas, lograremos
construir un movimiento capaz de resistir y sostener cualquier cambio radical
de la sociedad.
Somos hijos de trabajadores, el
pueblo que estudia…
La postura del colectivo se
construye en la pega estudiantil universitaria, sin embargo no hablamos
simplemente “desde los estudiantes” o “desde los universitarios”. Se ha vuelto
necesario desarrollar claridades sobre nuestras raíces y su relación con las motivaciones
que nos mantienen trabajando en lo estudiantil.
En primer lugar, nos asumimos como parte de una clase
subordinada, como hijos de trabajadores que llegamos a la universidad en
muchos casos siendo la “excepción” de la familia. Nos asumimos como parte del
pueblo que estudia y que por el hecho de hacerlo está en una posición de
privilegio, posición que debemos usar a favor de nuestros intereses como clase,
no como individuos. Para muchos, esta identificación surge y se refuerza cuando
entramos a estudiar a la Chile, cuyo proyecto elitizado y arribista contrasta
con las opciones de vida de nuestros padres y de muchos amigos y vecinos. Es en
la Universidad que nos fuimos reconociendo como parte de un pueblo que en Chile
es una mayoría abrumante y que en la Chile es minoría. Asumimos también la
dificultad de pensar lo popular hoy, cuando Chile dice ser clase media y cuando
toda la Chile se siente parte de la futura elite que definirá los destinos del
país. Sostenemos por ello que el pueblo
no es una categoría social observable a través de encuestas o debates
intelectuales, por ejemplo, sino una apuesta
política que se hará visible en la medida en que se haga protagonista de su
propia historia.
Nuestra forma de trabajar tiene
que ver con el período histórico en que nos encontramos: la sociedad chilena
actual sumergida en el modelo neoliberal implementado en dictadura y con un
sistema político cerrado en torno a la elite, que además ha calado hondo en el
comportamiento de los sujetos. Hoy estamos todos condicionados por una serie de
valores y normas que se nos han vuelto naturales, tales como el ascenso social
individual o la competitividad, que nos predisponen más a defendernos del resto
que a compartir con ellos. No podemos vivir así, buscamos contrarrestar todo
valor que atente contra la vida en comunidad, queremos que la solidaridad, el
compañerismo, el trabajo en equipo, el bien común sean las directrices de
nuestra vida.
También hablamos desde la
izquierda política, desde aquella que sostiene la necesidad de una revolución
social que rompa con el actual modelo de acumulación y acabe con las relaciones
sociales capitalistas. Entendemos que la idea de “izquierda revolucionaria” actualmente
está cargada de consideraciones peyorativas y errores tanto de parte de quienes
la niegan como alternativa, como de quienes se abanderan con esta idea. No nos
reconocemos como los “verdaderos revolucionarios” ni mucho menos, nos
consideramos parte de un aprendizaje necesario de la izquierda, asumiendo el debate
por la construcción de una alternativa política efectiva y útil para nuestros
propósitos. Hoy más que nunca es
necesaria una izquierda constructora, radical y popular, con militantes que
aspiren a ser subversivos y revolucionarios. Como Plataforma Colectiva nos sentimos parte de este proceso de
crecimiento y aprendizaje.
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