Sep
11
Cultura Revolucionaria: Comandante Tamara

Puede ser que nuestra memoria ha sido marcada
más a fuego por las derrotas que por las victorias en el último medio siglo,
sin embargo, ya hemos aprendido tras 20 años de pacto democrático que de la
derrota sólo se sale luchando. Es por ello que en estas fechas no recordamos la
muerte de combatientes pues no son para nosotros “víctimas” sino compañeros que
asumieron las consecuencias de su actuar contra la dictadura, tampoco las
“injusticias” cometidas contra nuestro pueblo porque también sabemos que esas
no acabarán hasta que no levantemos por todos lados en nuestro país un proceso
revolucionario que no necesite pedirle justicia a organismos que hoy responden
a los intereses de los que ostentan el poder.
Es necesario aprovechar entonces cada
Septiembre chileno para traer a nuestra memoria las vidas, las acciones y proyectos
políticos que no suelen traerse a la palestra, historias de la construcción de
un Proyecto Revolucionario en Chile. Destacamos en ese contexto el legado que
encarna Ceclia Magni, más conocida como la Comandante Tamara.
Estudió Sociología en la Chile, vivió como
cualquiera de nosotros la U pero en plena década de los 70’s, donde la
represión post golpe militar la llevó a la necesidad de organizarse y protestar
contra el régimen. Más tarde entraría a militar en el Frente Patriótico Manuel
Rodríguez (FPMR) y aunar fuerzas contra la dictadura de Pinochet. Sacrifica su
maternidad y la relación con su familia (padres pinochetistas) en base a un
análisis del rol que era necesario que jugara en pos de conseguir cambios
radicales que torcieran el rumbo del país.
Entre sus tareas más relevantes al interior del
Frente, destaca su alzamiento contra el poder de las poblaciones, su gran
capacidad logística en operaciones político militares y, particularmente, su
rol en el atentado contra Pinochet en 1986. Fue asesinada en 1988, cuando se
encontraba en la región del Maule dispuesta a tomarse la población “Los Queñes”
a manos de cuatro efectivos de carabineros que obviamente hoy se encuentran
absueltos por la justicia.
La comandante Tamara destacó por su entrega y
valentía en momentos donde organizarte te podía costar la vida. Es por eso que
a la hora de reivindicar su figura, no sólo se saluda su tenacidad o
constancia, sino la disposición a asumir una táctica política que no le caía
bien a las fracciones de la izquierda que en ese entonces ya pactaban la
transición democrática del arcoíris. Cuando Cecilia Magni plantea que “la lucha es la única forma realista y
válida de cambiar el rumbo del país” no está hablando de una concepción
idealista de la política, sino todo lo contrario, pues es sólo la definición
política y no sólo identitaria la que permite abordar la construcción de una
nueva sociedad como una tarea seria, actual, necesaria y posible.
En memoria y honor de los que lucharon toda su
vida por una sociedad nueva…
“Ni un minuto de silencio, toda una vida de
combate”
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